El kamishibai es una forma de contar historias originaria del antiguo Japón. En muchas ocasiones se utiliza para trabajar la atención, puesto que la historia se va narrando en un pequeño teatrillo donde se irán sucediendo las diferentes imágenes. Esta simple presentación favorece que el niñ@ centre su atención en esa ventana donde están ocurriendo una serie de historias y haga que no pierda el hilo de la misma.
Es, además, una historia donde pueden participar todos y se pueden adornar las historias con diferentes matices: sonidos, voces, música,... todos aquellos elementos que ayuden a enriquecer nuestra historia.
Lo mejor de este tipo de actividad es crearlo. No hace falta que se parezca a los de la foto. Podemos crearlos con cajas de cartón, panel de madera, etc. y decorarlos a nuestro gusto, o al de nuestros hij@s, puesto que, cuanto más participen en su elaboración, más les gustará la actividad.
Incluso con ell@s podemos inventarnos historias nuevas y originales, dándole forma a sus ideas con las ilustraciones que los acompañarán, con los elementos que se puedan añadir,... ¡Todo lo que se os pueda ocurrir!
Al final de esta entrada, os dejamos un ejemplo de cuento inventado para que tengáis una idea y os animéis a llevar a cabo este proyecto. ¡El resultado os encantará!
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